Pruebas periciales en el Derecho Penal

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Una de las pruebas más importantes en el derecho penal es la pericial, la cual no la ofrece ninguna de las partes sino un tercero no implicado en el caso al cual se le solicita una opinión profesional experta acerca de alguna de las pruebas presentadas por una de las partes. Los jueces y los tribunales recurren a ellos en razón de que cuentan con la experiencia y los conocimientos precisos en alguna materia para aportar certidumbre a las decisiones judiciales.

La prueba pericial en materia penal puede girar en torno a una amplia variedad de situaciones. En primer lugar, un perito penal debería tener los conocimientos forenses necesarios para evaluar la escena de un delito y determinar si los hechos pueden haber ocurrido como indica una o las dos partes en sus respectivas declaraciones o si, por el contrario, las evidencias disponibles no apoyan alguna de ellas.
Este procedimiento se utiliza, por ejemplo, para establecer la posición y la distancia a la que se encontraba un tirador con respecto a un blanco, cuando se habla de que hubieron disparos de arma de fuego en una determinada situación. La prueba pericial debería aclarar si una declaración se ajusta a las evidencias físicas que se ofrecen a los ojos expertos de un perito.
También pueden involucrarse otra clase de peritos, como los peritos fiscales o contables. En muchas ocasiones, cuando se trata de casos de robo o desvío de recursos, lavado de dinero y otros delitos, las pruebas no consisten en agresiones o lesiones físicas sino en seguir el rastro de cantidades de dinero que se han movido de una cuenta de banco a otra, o de una empresa a otra, etc. En estos casos, una persona experta en seguir el rastro del dinero y que conozca las leyes fiscales vigentes, puede determinar si hubo o no evasión fiscal o alguno de los delitos anteriormente mencionados.
Para convertirse en perito, es necesario pasar una serie de pruebas que sirven para evaluar no sólo los conocimientos sino también la experiencia de una persona en una materia determinada. Si se aprueban los exámenes, el nombre del perito ingresa a un listado de personas a las que los tribunales pueden acudir para obtener una opinión experta.
También es posible fungir como perito de parte de alguno de los implicados en el caso. Esto sucede cuando alguna de las partes presenta un estudio pericial para apoyar sus propias pruebas o para invalidar las de la otra parte. En estos casos, el juez suele buscar la ayuda de un tercer perito al que no se le informa del resultado de las pruebas anteriores para que su valoración no se vea influenciada y sea realmente independiente. Comparando los resultados de estas pruebas, el juez puede determinar de parte de quién está el derecho y emitir una sentencia.

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