Cómo elegir la mejor alarma para negocio

Tener un negocio propio es un sueño que se puede volver una pesadilla si no cuentas con un sistema de seguridad que proteja tus activos: mercancía, mobiliario, efectivo y, lo más importante: a tu personal y clientes. Si bien los guardias de seguridad son la primera opción para las grandes empresas, un negocio de mediano o pequeño debe optar por alternativas como las alarmas para mantener protegidos sus activos.

Un sistema de alarma puede estar conectado a una central de seguridad o a un equipo, y se activará al detectar un movimiento extraño, como alguien que está tratando de acceder cuando ya está cerrado, o que trata de entrar a un área protegida. Las alarmas suelen tener sensores de movimiento, de temperatura, de apertura de puertas o ventanas, e infrarrojos para reflejar una imagen en caso de estar conectados a una cámara.

Dentro de los componentes de la alarma podemos encontrar una central receptora donde se envían las señales de movimiento, sensores (de movimiento, temperatura) y la interfaz para el usuario donde se puede activar o apagar el sistema.

Los tipos de alarmas más comunes en los negocios son:

  • Alarmas inalámbricas. Es un sistema de alarmas que no requiere el uso de cables para que se comuniquen los sensores con la central receptora ya que suelen utilizar señales IP o infrarrojas y permite la conexión con cámaras y otros sensores.
  • Alarmas interconectadas. Los sistemas cableados son más robustos que los inalámbricos, ofrecen protección contra el hacking y los modelos más modernos envían notificaciones y alertas al celular de los encargados de seguridad.
  • Sistema híbrido. Combina las ventajas de ambos sistemas y puede usar conexiones alámbricas con señales IP o por radiofrecuencia, de modo que brinda grandes beneficios de protección, facilidad de instalación y alcance.
  • Alarmas con control de acceso. Son alternativas para incrementar la seguridad en el acceso a las instalaciones de la empresa, así como a áreas limitadas donde solo se permite la entrada de personal autorizado, y permite limitar a las personas que entran y salen, restringir el acceso, evitar falsas alarmas y permitir que el personal de seguridad concentre su atención en otras áreas.

Por último, las alarmas cuentan con otros sensores para detectar siniestros de seguridad más allá de los robos o intentos de ingreso a las instalaciones: detectores de humo, de gas o de agua, que permiten actuar a tiempo para proteger los activos más valiosos de todo negocio: el personal que se encuentra laborando, junto con clientes o visitantes que estén en las instalaciones.

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