Directorio de Seguridad

Desde hace un poco más de tres años, las videocámaras de seguridad instaladas en toda la ciudad, rinden frutos grabando la circulación de calles, avenidas y vagones del sistema de transporte colectivo Metro.  El programa Ciudad Segura en el Distrito Federal, ha avanzado poco a poco, con un objetivo fijo: intentar hacer de la Ciudad de México una metrópoli con servicios más efectivos y eficientes en  materia de seguridad pública. Desarrollando un modelo de mecanismos de inteligencia tecnológica, videovigilancia y coordinación con las áreas de justicia, se planea extender el área de atención a emergencias y reacción de protección civil ante casos emergencia evidente.
Hace un poco más de tres años que este proyecto se echó a andar, dando hasta ahora frutos positivos aparentemente, este programa cuenta con la operación en tiempo real de más de 13 mil cámaras distribuidas a lo lardo de las calles y avenidas del Distrito Federal y en el Sistema de Transporte Colectivo Metro.
Hoy en día se cumplen tres años y dos meses de que este programa arrancó con miles y miles de videocámaras registrando cada movimiento de los ciudadanos a cada hora del día, dando la posibilidad de dar seguimiento a un solo individuo si este pareciera sospechoso de cualquier acto. Estas cámaras se colocan en puntos que el gobierno considera estratégicos para el combate del crimen en tiempo real. 
Toda la información que se capta día a día por medio de estas miles de videocámaras funcionando al más puro estilo del Gran Hermano, va al Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo, Inteligencia, Investigación, Información e Integración (C4i4), que es conocido como un resguardo de alta tecnología en donde se encuentran establecidas las conexiones de todas las cámaras dando la capacidad al gabinete de seguridad de tomar cualquier tipo de acciones que consideren necesarias en caso de problemas de seguridad mayores y cuestiones de protección civil en el Distrito Federal. Este bunker mejor conocido como C4, tiene la capacidad de operar 600 posiciones de cámaras en caso de emergencia, como edificios colapsados, inundaciones, sismos y emisiones volcánicas importantes. Con estos argumentos defienden la permanencia y efectividad de las cámaras de seguridad.
Muchas personas han llegado a tomar esto como una grave intrusión en la vida diaria de la ciudadanía ya que en muchas ocasiones hay cámaras en donde ni siquiera podemos observarlas, posibilitando el espionaje con fines gubernamentales distintos a los de protección y salvaguarda del Estado.