¿Cuándo es necesario instalar un pararrayos para protegerse contra descargas eléctricas?
En empresas, oficinas, industrias, e incluso en hogares, la temporada de lluvias no solo trae consigo la preocupación por las inundaciones, sino por las descargas eléctricas que pueden dañar equipos de cómputo, electrodomésticos y maquinaria.
Por ello, es indispensable contar con instalaciones eléctricas adecuadas, con supresores de energía, canaletas para cables para evitar sobrecargas internas debido al mal ordenamiento, cajas de fusibles y varios dispositivos más para aminorar riesgos.
No obstante, no es suficiente sólo tener algunas canaletas de PVC y reguladores de energía para evitar daños, sino que es mejor contar con dispositivos especiales para descargas externas.
Los pararrayos son dispositivos de protección que se instalan en la parte más alta de las edificaciones, con el objetivo de canalizar la energía procedente de los rayos. Los rayos suelen buscar algo que les sirva como conductor, por lo que suelen caer en árboles y edificios muy altos, por ello se instalan pararrayos con cuerpo y punta metálicos, que guiarán su camino a la tierra.
Cuando se presenta una tormenta, el aire se encuentra saturado de cargas eléctricas; al momento en que se forma un rayo, se genera un campo eléctrico tan fuerte que produce una circulación de carga eléctrica en sentido contrario a través del pararrayos; se recomienda que el inmueble se refuerce con supresores de picos, dispositivos que desvían la energía eléctrica y recortan parte del exceso de corriente para que no haya daño en los equipos eléctricos.
Para saber si es necesario instalar un pararrayos se recomienda:
- Analizar la altura del inmueble y del terreno donde se ubica; a mayor altura, más probabilidades de que haya un impacto por rayo.
- Conocer la frecuencia de tormentas eléctricas al año por kilómetro cuadrado, dependiendo de la zona geográfica.
- Considerar si se almacenan combustibles o materiales inflamables, con el fin de prevenir incendios en caso de que se presente una descarga eléctrica.
Las descargas atmosféricas causan grandes disturbios en los inmuebles, como daño en los dispositivos semiconductores y circuitos impresos, causar operaciones erráticas en los equipos electrónicos y de procesamiento de datos, así como dañar de forma prematura los sistemas de iluminación y producir incendios.
Por todo lo anterior, la necesidad de contar con un pararrayos puede ser imperiosa, especialmente en los grandes edificios de empresas y naves industriales.
Existen 3 tipos básicos de pararrayos: de barra simple, que se utilizan en torres o antenas; las jaulas de Faraday, que se componen por mallas que cubren la estructura que desean proteger; y los pararrayos con dispositivo de cebado, ideales para proteger áreas grandes al interceptar y canalizar la descarga de los rayos.
Su instalación debe realizarse con base en las normativas para asegurarse de su efectividad y se recomienda acudir con expertos para que realicen el análisis del inmueble y sus necesidades y orienten en la elección del dispositivo más adecuado a sus necesidades.
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