Prevenir y evitar la extorsión telefónica. Parte II
En nuestro artículo anterior, hablábamos sobre cómo actuar ante una extorsión telefónica, para esto debemos saber que hay varios tipos de extorsiones telefónicas y que estas siguen patrones determinados, a continuación les contaremos cuales son.
Las llamadas siguen procedimientos planeados para enganchar a la posible víctima: la oferta de un premio ficticio o el miedo. En el primer caso, que suele ser el más común y en el que caen los jóvenes y adultos mayores con más frecuencia, el delincuente engaña a la víctima diciéndole que ganó un sorteo o fue acreedor de un premio, un viaje, un carro, una bicicleta, un teléfono celular, etc., y pide que se le brinde información sobre familiares, números de tarjetas de crédito, dirección o las claves de tarjetas de tiempo aire para cargar teléfonos celulares.
También son comunes las llamadas en las que se dice que al interlocutor le llama un familiar que se encuentra en el extranjero.
En el segundo caso, los que llaman utilizan un tono violento y un lenguaje vulgar con el fin de amedrentar a la posible víctima sobre el secuestro virtual de un familiar o sobre un posible daño a la persona que contestó el teléfono o a alguno de sus familiares, solicitándoles el depósito de dinero en una cuenta bancaria o en algún lugar específico.
En otras ocasiones llaman señalando pertenecer a un grupo del crimen organizado, diciendo que de ese número se había realizado una denuncia a las autoridades en contra de dicho grupo, y que exigen una cantidad de dinero a cambio de no hacerles daño.
Otras llamadas, de las que más asustan a las víctimas, señalan de inmediato que tienen a un familiar secuestrado, y ponen una grabación de una persona, por lo general mujer o niños llorando, y exigen una cantidad de dinero a cambio de no hacerles daño y dejarlos en libertad.
Otro tipo de llamadas telefónicas, consisten en personas que argumentan ser una autoridad federal, que tienen un familiar detenido (alguien que viene de la frontera) y requieren una cantidad de dinero a cambio de su liberación.
La extorsión más “reciente” es aquella donde laman a la víctima y le hacen creer que va a haber un ataque a su familia o que un grupo armado del crimen organizado va a llevar a atacar su hogar, que los tienen vigilados, de manera que los hacen salir de su domicilio, y les piden que se resguarden en algún hotel o fuera de la ciudad y que permanezcan ahí sin llamar a sus familiares, ni avisar a nadie y que no contesten llamadas a sus celulares por ningún motivo, haciéndoles creer que eso los pondrá en mayor riesgo. Una aislados e incomunicados, los delincuentes llaman por teléfono a los familiares indicándoles que tienen secuestrada a la familia, siendo común que se aísle a mujeres o niños; lo que hace más vulnerable la situación para quienes reciben la llamada, a quien le piden un rescate para su liberación.
Muchas de las víctimas han depositado fuertes cantidades de dinero a cuentas bancarias o de traspaso de valores, para darse cuenta al final que se trató de una extorsión y que jamás tuvo contacto físico el delincuente con la supuesta víctima y que tampoco la tenían vigilada, por lo que se recomienda pedir ayuda a las autoridades de manera inmediata. Muchos de los casos en que se han denunciado oportunamente, se ha realizado la intervención policial y se logra ubicar a las personas que supuestamente están privadas de su libertad, y se evita el depósito de dinero.
La denuncia debe ser 100% anónima; no se deben pedir ningún dato personal como el nombre, dirección, teléfono u otro dato sobre la identidad personal. Además se recomienda hacer la denuncia desde un teléfono público, por ningún motivo llamar desde el celular, teléfono de casa o negocio. Además hay que ser breve y conciso en la denuncia, para terminar lo más pronto posible, vigila alrededor mientras estemos al teléfono para que nadie vea o escuche.
En caso de ser víctima de un delito, es indispensable denunciar ante la comisión del mismo o a los siguientes teléfonos:
Policía Federal desde el interior de la República Mexicana, denuncia anónima: 01 800 440 3690 y 01 800 737 4842
En el Distrito Federal al 089 o al 54 84 04 90
Puedes marcar también al Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del Distrito Federal que cuenta con la Línea Ciudadana: 5533 – 5533
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