Cómo actuar ante una extorsión telefónica. Parte I

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Las llamadas telefónicas con fines de extorsión se utilizan para cometer todo tipo de abusos en los hogares, siendo los secuestros virtuales y los premios falsos las armas más utilizadas para extorsionar o estafar por vía telefónica. A continuación le contamos todo lo que debe saber.
Con el fin de evitar y disminuir la posibilidad de ser víctimas de la delincuencia, la Policía Federal elaboró un manual de factor preventivo, en el que indican que en caso de ser víctima de un delito, o presenciarlo, es indispensable comunicarse a los teléfonos de las autoridades federales o locales.

La extorsión telefónica consiste en:
  • Llamadas telefónicas que confunden o presionan para obtener dinero, información personal u otro beneficio.
  • Hacer creer a la persona que contesta, que es un familiar en peligro, fingiendo voz de angustia, o que es un servidor público o entidad bancaria que lanza una amenaza directa.
  • Amenaza de secuestro de algún familiar.
  • Ofrecimiento de ayuda para salir de un problema legal.
  • Engaños, donde le hacen creer a quien contesta que es beneficiario de un sorteo o rifa.
  • Amenaza de difamación pública o daños físicos.
  • Exigencia de un depósito en cuentas bancarias, órdenes de pago o compra de tarjetas telefónicas.
Ante una llamada extraña, es muy importante NO dar ningún tipo de información, ya sea el nombre, datos bancarios, dirección o nombres de los hijos. En este tipo de llamadas, suelen proporcionar datos reales o aproximados de familiares, que fueron obtenidos por medios ilícitos con la intención de obtener credibilidad y éxito en la extorsión, pues en algunos casos (previo a la extorsión) los delincuentes hablan al número de la víctima, que suele ser elegida al azar, pidiendo datos personales y de todos los que habitan el domicilio, generan dialogo para obtener información básica, pretextando ser de una institución bancaria, un pariente lejano, o del INEGI haciendo una encuesta.
Si recibimos una de estas llamadas, debemos:
  • Mantener la calma.
  • Escuchar atentamente los argumentos del extorsionador.
  • Pedirle tiempo al extorsionador para localizar a nuestros seres queridos.
  • Anotar el número telefónico desde donde nos llaman, el sexo del interlocutor, su acento, su tipo de lenguaje y cualquier otro dato importante.
  • Una vez localizado el familiar, dejar descolgado el teléfono un par de horas.
  • Ante una nueva llamada amenazante, responder que es número equivocado y colgar.
  • Es necesario denunciar de inmediato, de forma anónima al 089.
  • Nunca dar información personal a desconocidos.
  • Mantener una comunicación constante con la familia para saber dónde y con quien están, así como la hora aproximada en que regresarán.
  • Si te informan que ganaste un premio, hay que dudar. Es importante verificarlo con el proveedor en cuestión y no proporcionar información personal o de las tarjetas de crédito.
  • Si al recibir una llamada preguntan “¿Con quién hablo?”, responder siempre: “¿Con quién quiere hablar?”
  • Es importante cuidar nuestras redes sociales, ya que los delincuentes también las usan para obtener información básica y realizar nuevos tipos de extorsiones telefónicas.
  • Medidas preventivas
  • No dejar que tus hijos contesten el teléfono a menos que conozcan los números o tengamos identificador de llamadas y confirmen que habla alguien cercano, las personas que más caen en esta extorsión son adultos mayores, niños y adolescentes.
  • Las temporadas en que los extorsionadores incrementan su actividad son fines de semana en la madrugada, vacaciones de verano o de invierno, Semana Santa, Día de la Madre y del Padre.
  • Contar con identificador de llamadas y, de preferencia, no contestar números desconocidos o extraños. Si nos habla una persona desconocida o empiezan a amenazar, colgar de inmediato y cerciorarnos de que tu familia esté bien.
  • En caso de no tener identificador de llamadas, anotar el día, hora de la llamada y el “nombre de la persona” que habla.
  • Evitemos dar información personal, familiar, económica, profesional o de negocios por teléfono y pedirles a los habitantes del domicilio que tampoco lo hagan.
  • Tener a la mano los datos de toda la familia, vecinos de confianza y de servicios de policía y emergencia.
  • No aceptar encuestas telefónicas.
  • En caso de que soliciten datos personales o referencias familiares, verificar que los datos que proporcione la persona que está del otro lado de su teléfono son reales. Si no lo son, colgar de inmediato.
  • Nunca dar números de celular a la persona que está del otro lado de la línea.
  • No alarmarse, ni manejar cantidades y tampoco negarse a una posible negociación.
  • Si es posible, grabar las llamadas.
  • Anotar las exigencias del extorsionador, como: montos exigidos, sucursales bancarias, entre otros.
  • Si llaman diciendo que quieren verificar una denuncia que puso el titular de la línea telefónica, en contra de un grupo del crimen organizado, hay que colgar de inmediato pues estamos a punto de ser víctima de una extorsión telefónica.
  • Si informan que un familiar está detenido en la frontera y que necesitan dinero para dejarlo en libertad, colgar.

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