Consejos para prevenir un delito
Viviendo en un país tan lleno de delitos de toda clase a todas horas en casi todos lados a donde vamos, es importante que tengamos en cuenta algunas medidas de seguridad para salir a la calle con nuestra familia o solos; nunca está de más estar prevenidos.
Algo importante también es no caer en estados paranoides que nos lleven a pensar que cualquier persona que pasa al lado de nosotros, nos va a extorsionar o va a querer hacernos daño, solo debemos estar atentos por si cualquier cosa se sale de control o nos parece extraña sepamos qué hacer sin entrar en pánico.
A continuación expondremos una serie de medidas de seguridad personales.
Evaluar nuestro nivel de riesgo y vulnerabilidad dependiendo de nuestro sexo, zona y hora del día, con base en esto, deberemos tomar las respectivas medidas de seguridad. No ser ostentosos ni decir en público detalles sobre nuestras finanzas y familia ya que esto puede darle armas a quien menos pensamos para que nos hagan víctimas de una extorsión o delito. No traer con nosotros altas cantidades de dinero es una buena manera de prevenir las miradas de curiosidad de quienes nos rodean.
Si salimos de compras, una buena manera de mantenernos seguros es que si tenemos tarjetas, llevar solamente la tarjeta, sin efectivo y tener siempre en mente nuestro número de NIP ya que si fuésemos víctimas de un asalto, el no saber la clave puede costarnos la vida.
Si podemos traer con nosotros identificaciones que no contengan nuestra dirección y teléfonos, es una buena manera de evitar que si alguien nos robara la cartera, tuviera información de más.
Tener contacto frecuente con familiares y amigos cercanos es una buena manera de mantenerlos al tanto de nuestra salud e integridad física. Si tenemos que ir a lugares desconocidos, es mejor ir acompañados de algún familiar o amigo para evitar que se nos vea desorientados y vulnerables, así como es una buena idea no citarnos con personas desconocidas. Beber de más es algo que muchas veces nos lleva a establecer contacto con personas que no conocemos y decirles cosas que no tendrían por qué saber, así como borrones de memoria y de conciencia que nos pueden exponer fácilmente a ser víctimas de un crimen.
No proporcionar nuestros datos a quienes no sepamos quién son y estar siempre alertas para detectar cualquier tipo de alarmas que podamos identificar como peligrosas.
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